Origen del cuy

El cuy es autóctono de los Andes, no lo habían visto nunca antes los primeros occidentales que llegaron a América. Los españoles lo llamaron “conejillo de Indias”, porque les recordó a sus conejos. Con voz propia le hemos llamado cuyo en el sur de México y Guatemala, curiel en Cuba, cuilo en Colombia y Costa Rica, cuya en El Salvador, cuy en Ecuador y Perú, cuye en el sur del Perú y Bolivia, cuis en Argentina y Chile. En la raíz común de esos vocablos está la onomatopeya con que imitamos el chillido de los cuyes.

Los orígenes del Cuy son más fáciles de detectar y no es necesario aplicar el Carbono 14 a los originales. Datan del 27 de mayo de 1977, como consta en el reverso de los dibujos. Los hice en Sebastián Tellería 320, San Isidro, la casa de doña Victoria Velarde, por entonces mi suegra. Días antes había abocetado las ideas en algún papel que después destruí. Estaba muy contento, había querido dibujar un personaje animal que representara con ternura la identidad peruana y sentía que la había achuntado. Pero mi entusiasmo no fue compartido en los diarios a que lo postulé, “El Comercio” y “La Prensa”. Entonces no busqué otro medio, lo guardé en un sobre.



 son originarias de América del Sur, más concretamente de las cordilleras montañosas, y aparecieron en el Mioceno hace unos 20 millones de años. Han ido evolucionando hasta hace uno 5 millones de años, que fue cuando alcanzaron su mayor diversidad.
Su nombre proviene de su país de origen, dónde reciben el nombre de Cuy (proviene del quechua “quwi”), y que hace honor a los sonidos que emiten estos animales.

En Europa se consideraba un animal exótico y caro, ya que provenía de lejanas tierras y no se le conocía.
Los primeros usos que tuvo el cuy en nuestra tierra, fueron con fines de investigación médica, pasando poco tiempo después a ser un excepcional animal doméstico.





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